Tanto Calígula como Yozei tendrán un lugar de honor en la lista de los gobernantes más sanguinarios y crueles de la Historia.
Y es que la fama de algunos malvados de la Historia suele depender de un cúmulo de circunstancias presentes y futuras a partir de las cuales, los historiadores hacen su trabajo.
El emperador Tiberio dejó como heredero de su imperio a su hijo, llamado Cayo, a quien los soldados apodaron Calígula. Todavía era un muchacho cuando fue nombrado emperador.
Atacado desde su infancia por una dolencia nerviosa, ésta originó en él una locura maniaca que lo arrastró a los mayores excesos de crueldad, hasta el punto de llegar a decir en cierta ocasión que deseaba que todos los habitantes de Roma tuviesen un cuello más fino, para poder cortar sus cabezas de un solo golpe. Así, en pocos meses, hizo derramar más sangre que su padre en todo su largo reinado.
Y es que la fama de algunos malvados de la Historia suele depender de un cúmulo de circunstancias presentes y futuras a partir de las cuales, los historiadores hacen su trabajo.
El emperador Tiberio dejó como heredero de su imperio a su hijo, llamado Cayo, a quien los soldados apodaron Calígula. Todavía era un muchacho cuando fue nombrado emperador.
Atacado desde su infancia por una dolencia nerviosa, ésta originó en él una locura maniaca que lo arrastró a los mayores excesos de crueldad, hasta el punto de llegar a decir en cierta ocasión que deseaba que todos los habitantes de Roma tuviesen un cuello más fino, para poder cortar sus cabezas de un solo golpe. Así, en pocos meses, hizo derramar más sangre que su padre en todo su largo reinado.
Se creía que era un dios y que todo lo que le rodeaba estaba para sus caprichos y abusos de poder. Carente de escrúpulos, adicto al morbo y sádico sexual y exento de la más elemental humanidad con por una segura disfunción cerebral, estaba obsesionado con su poder de decidir quien vivía o moría.
Durante su mandato se preocupó más por orgías y diversiones que por todo el imperio. Era salvaje en sus relaciones sexuales ya que le gustaba golpear y torturar durante el acto sexual. Su caballo Incitato también lo acompañaba en estas orgías.
Algunas de los hechos más destacables de su reinado son: cuando su hermana Drusilla estaba embarazada de 8 meses de él, cansado de esperar cómo sería su hijo rajó el vientre de Drusilla, acabando con la vida de ella y de su hijo; capó al gladiador Longino por poseer un pene mayor que el suyo; y no le gustaban las ejecuciones simples, por eso pedía al verdugo cuando torturaba al preso:"Hiérelo de tal modo que él sienta morir". Murió asesinado por su guardia.
Similar es el caso del emperador japonés Yozei.
En 876, asume al trono a la edad de 7 años, tras la abdicación de su padre. Durante su adolescencia, el Emperador vivía de manera solitaria, A veces alimentaba serpientes con ranas o ponía a pelear perros y monos. Con el pasar del tiempo, esos momentos de ocio fueron más peligrosos, llegando al extremo de ejecutar personalmente a los criminales. Cuando se enojaba, retaba a las personas con su espada. En 884, los hábitos peligrosos del Emperador empeoraban hasta el punto que ordenaba a los cortesanos a hacer actos ridículos, tales como trepar a los árboles, y ordenar a otros cortesanos que usaran lanzas para tumbar a los que estaban en los árboles, con el fin de matarlos.
En 876, asume al trono a la edad de 7 años, tras la abdicación de su padre. Durante su adolescencia, el Emperador vivía de manera solitaria, A veces alimentaba serpientes con ranas o ponía a pelear perros y monos. Con el pasar del tiempo, esos momentos de ocio fueron más peligrosos, llegando al extremo de ejecutar personalmente a los criminales. Cuando se enojaba, retaba a las personas con su espada. En 884, los hábitos peligrosos del Emperador empeoraban hasta el punto que ordenaba a los cortesanos a hacer actos ridículos, tales como trepar a los árboles, y ordenar a otros cortesanos que usaran lanzas para tumbar a los que estaban en los árboles, con el fin de matarlos.
Su primer ministro justificó esa acción como indigno de un Emperador, y planeó en lo posible un derrocamiento.
Aprovechó la soledad del Emperador y lo retó a una carrera de caballos, cosa que aceptó.
Cuando llegó el día de la carrera, el Emperador fue en un carruaje que lo llevaría al sitio de la carrera, pero no fue así.
Cuando llegó el día de la carrera, el Emperador fue en un carruaje que lo llevaría al sitio de la carrera, pero no fue así.
El carruaje fue en dirección a un palacio al suroeste de la capital, donde lo esperaba el primer ministro, quien se enfrentó al Emperador. Le reclamó su demencia y que con ese estado de salud no podía gobernar. Fue destronado. El Emperador lloró tras saber que todos habían conjurado contra él.
La sociedad japonesa durante la Era Heian era muy sensible a los temas de “polución”, tanto espiritual como personal. Los asesinatos (en especial el asesinato de animales o personas) eran considerados los peores actos de polución posible, y era penalizado con días de reclusión con el fin de purificarse a sí mismo.
Dado que el Emperador era visto como una figura divina y relacionada a las deidades, la polución a alto nivel cometido por la fuente más pura era visto como extremadamente desastrosa. Muchos de los altos oficiales interpretaron que las acciones del Emperador se habían sobrepasado del límite y que era justificable el derrocamiento. El Emperador Yôzei fue derrocado en 884 a la edad de 15 años.
La sociedad japonesa durante la Era Heian era muy sensible a los temas de “polución”, tanto espiritual como personal. Los asesinatos (en especial el asesinato de animales o personas) eran considerados los peores actos de polución posible, y era penalizado con días de reclusión con el fin de purificarse a sí mismo.
Dado que el Emperador era visto como una figura divina y relacionada a las deidades, la polución a alto nivel cometido por la fuente más pura era visto como extremadamente desastrosa. Muchos de los altos oficiales interpretaron que las acciones del Emperador se habían sobrepasado del límite y que era justificable el derrocamiento. El Emperador Yôzei fue derrocado en 884 a la edad de 15 años.
No obstante, la salud mental empeoraría.
En 889 reinició con su conducta agresiva. Entró al palacio y se dirigió a los cortesanos con demasiada rudeza y se volvió furioso. Luego, estrangula a varias mujeres con las cuerdas de los instrumentos musicales y lanza sus cuerpos a un lago. Posteriormente se montaba en un caballo y huía de la gente. En algunas ocasiones, se desaparecía en las montañas y cazaba jabalíes salvajes y venados sika, que eran considerados mensajeros de los espíritus.
Fallecería en 949 a la edad de 80 años, tras vivir 65 años en el retiro.
En 889 reinició con su conducta agresiva. Entró al palacio y se dirigió a los cortesanos con demasiada rudeza y se volvió furioso. Luego, estrangula a varias mujeres con las cuerdas de los instrumentos musicales y lanza sus cuerpos a un lago. Posteriormente se montaba en un caballo y huía de la gente. En algunas ocasiones, se desaparecía en las montañas y cazaba jabalíes salvajes y venados sika, que eran considerados mensajeros de los espíritus.
Fallecería en 949 a la edad de 80 años, tras vivir 65 años en el retiro.